Trauma y EMDR

El trauma psicológico se genera cuando se ha vivido un hecho potencialmente negativo que tenga en nosotros un impacto emocional lo suficientemente intenso que no hemos podido gestionar.

Los traumas pueden ser de muchos tipos; sucesos repentinos que nos pongan en una situación de peligro, una catástrofe natural o daños generados por otro ser humano, como puede ser una agresión sexual o una guerra.

También existe el trauma de apego que se da en aquellas situaciones de negligencia parental y desprotección y nos generará a lo largo de nuestra vida, sentimientos de inseguridad, miedos, vergüenza, llegando a generar un importante malestar tanto en nosotros como en nuestra manera de interactuar con los demás.

La técnica EMDR tiene el objetivo de reducir ese daño causado por estas experiencias traumáticas y lo hace procesando la información de estas situaciones traumáticas, resolviendo las emociones asociadas.

Esos pensamientos y emociones se reemplazan por otros que nos generan un mayor bienestar y por tanto un comportamiento más funcional e integrador.

EMDR (Eye Movement Desensitization an Reprocessing) utiliza la estimulación bilateral para reprocesar toda esa información de varias maneras:

  • A través de los movimientos oculares de izquierda a derecha guiados por los dedos del terapeuta.
  • Con Tapping o pequeños golpes en ambos lados del cuerpo como puede ser en las piernas.
  • Con una alternancia de sonidos en ambos oídos.
  • A través de un aparato que produce una pequeña vibración alternativa, que se coloca en cada mano.
  • Su eficacia ha sido comprobada en numerosos estudios y los resultados se mantienen muchos meses después.
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